INTRODUCCION

A fines de 2014, de la mano de Diego de Charras, director de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se dio inicio a un proyecto de formación y prácticas pre-profesionales centrado en el amplio mundo que es el periodismo.

El lanzamiento oficial de la Agencia de Noticias de Ciencias de la Comunicación (ANCCOM, http://anccom.sociales.uba.ar) se realizó durante el mes de marzo de 2015. Desde entonces, se construye de manera constante a partir del trabajo llevado adelante, y en conjunto, por profesores, graduados y estudiantes de la carrera. Grosso modo, se trata de abarcar algunas de las especialidades que conforman el universo periodístico que, en nuestro caso, se dividen en tres grandes áreas: redacción, fotografía, multimedia y redes sociales. Cada una de ellas cuenta con responsables que se encargan de la coordinación del trabajo de pequeños grupos de estudiantes.

Si bien la Licenciatura en Comunicación guarda relación con contenidos que superan ampliamente las fronteras del periodismo, hay que reconocer que se trata de una rama importante dentro del plan de estudios y que su análisis es, además, parte central de los intereses de la gran mayoría de los estudiantes.

La existencia de una mayor cantidad de prácticas es un reclamo histórico de todas y todos los que hayan pasado por esta casa de estudios, aunque siempre manteniendo el reparo de que esto no se concrete en detrimento de las materias puramente teóricas existentes que, como ocurre en la mayoría de las carreras universitarias, son la amplia mayoría. Fue entonces que ANCCOM llegó para ofrecer una salida más que pertinente, con la pura finalidad de satisfacer algunas de las expectativas de los ansiosos por la praxis y la experiencia. Con una convocatoria que se va renovando cada cuatrimestre, ya han circulado por su historial decenas de estudiantes que fueron elegidos por el grupo de las y los profesores y graduados responsables.

LA PROPUESTA

Una de las principales novedades de esta agencia virtual es que sus integrantes, sin importar de qué área sean (aunque principalmente siempre surgirán de los redactores), proponen sumarios que deberán ser debatidos, aceptados y aprobados. Serán estos últimos los que se convertirán en las notas que se agregan durante cada actualización semanal que se realiza de la página web.

A diferencia de los medios de comunicación convencionales, ANCCOM se maneja con una lógica que goza de mayor horizontali- dad, aunque siempre dentro de las posibilidades que pueden otorgar las estructuras necesarias para funcionar, dado que no estamos ante un medio comunitario y alternativo, sino universitario. Como tal, cuenta con sus respectivos directivos e implica determinadas obliga- ciones, tanto para los responsables como para los y las estudiantes que forman parte constitutiva de él.

Si bien los sumarios propuestos son planteados y consensuados dentro del pequeño grupo de redactores y responsables, estos últimos mantienen a su vez reuniones periódicas con los demás compañeros y compañeras que se encargan de coordinar los espacios de foto- grafía y redes. Es en estas ocasiones en las que se debate acerca de qué notas serán publicadas (cuáles de modo urgente y cuáles irán “a parrilla”), qué entrevistas se realizarán, qué será lo central de la futura entrega, etcétera.

Si bien esto puede acarrear más adelante (y siempre de manera potencial) alguna frustración o reformulación de la propuesta ori- ginal, se trata de brindar al estudiantado una experiencia lo más cercana posible a la que se vive de manera cotidiana en un medio de comunicación, para que se esté preparado en caso de que el futuro profesional sea ese. Se verán modificadas entonces algunas propuestas, de modo que resulten más acordes a los intereses y la identidad de la agencia.

EL RITMO DE LA NOTICIA

Parte central de la iniciación en el mundo ANCCOM es alcanzar una velocidad adecuada para escribir una nota completa cada sema- na: entre la propuesta y la publicación de la nota, hay que investigar, entrevistar, redactar y editar. Cuando se logra superar este primer mo- mento de adaptación al ritmo de la producción periodística, cuando se comienza a confiar en la propia subjetividad y se aceptan ciertos contratos relacionados con las temáticas que son abordables (porque, como en todo medio, hay noticias que van a resultar más seductoras que otras para aquellas y aquellos encargados de decidir entre los diversos sumarios), la experiencia se vuelve realmente enriquecedora. Desde este punto, en adelante (y con una intuición que se va acrecentando), las y los estudiantes serán quienes propongan su- marios que resultarán cada vez más acordes a las premisas de la agencia. Estas propuestas tendrán que colaborar con la construcción de la propia agenda (el panorama comienza a aclararse luego de los primeros pasos), pero además deberán despertar un profundo interés personal. Todo esto debido a que el trabajo que implica realizar una nota para ANCCOM no puede llevarse a cabo sin un compromiso que sería insostenible si se careciera de pasión por el periodismo y

la investigación.

Se presenta asimismo una necesidad de aproximarse a una objetividad siempre-ya inalcanzable. Las ciencias sociales nos han enseñado, en mayor o menor medida, que tanto la realidad como la verdad son un conjunto de representaciones que responden a variados intereses. Y el periodismo, desde siempre, se ha jactado de ser el que muestra esta realidad construida como si de algo natural se tratase.

A pesar de este gran convencimiento, se intenta el mayor acer- camiento posible a la objetividad negada: una de las obligaciones para que una nota sea publicada es que cuente con la multiplicidad de voces que, normalmente, no se ve reflejada en la gran mayoría de los medios de comunicación. Si bien la redacción se encargará de mostrar lo que se decida, de ninguna manera podrán faltar una voz a favor ni una voz en contra, como tampoco la de un profesional o especialista en la temática central de la producción.

En nuestra cotidianeidad, nos encontramos constantemente en una selva de información restringida, donde leemos, vemos y escuchamos lo que un grupo de personas quieren (o intentan) que leamos, veamos y escuchemos.

Al formar parte de ANCCOM, se forma parte de una agencia abier- ta a una gran diversidad de propuestas, donde se puede entrevistar a

una Abuela de Plaza de Mayo y visitar una feria medieval al mismo tiempo. Sin embargo, se torna necesario lidiar con el problema de la libertad, en un contexto universitario en el que siempre el docente propone una consigna, con mayor o menor estrechez. Será respon- sabilidad de los y las estudiantes trabajar para que esa autonomía funcione como potenciadora, y no como restrictiva.

LA CONSTRUCCIÓN DE LAS NOTAS

Una vez que el sumario es aceptado, habrá que llevar adelante el desarrollo de la investigación, las visitas que correspondan al territorio y las entrevistas pertinentes. En este paso, es fundamental organizarse de modo coordinado con el equipo de fotografía, que se mantiene notificado constantemente gracias a la magia de los documentos online que pueden (y deben) ser compartidos con los redactores. En ellos, entre otras cosas, se aclara cuál es la fecha límite para la presentación del escrito.

Luego de los momentos puramente burocráticos es que se da el verdadero desarrollo de cada nota. El redactor tendrá que comenzar a indagar sobre el tema y será el encargado de buscar potenciales entrevistados (vale aclarar que tanto las y los coordinadores como los compañeros y compañeras de experiencia suelen colaborar en este último punto, de manera que se vuelve más sencillo el acceso a ciertos funcionarios o personajes públicos). Al mismo tiempo, el responsable de las imágenes tendrá que comprender cuál será el enfoque formulado y, por consiguiente, qué tipo de fotografía será más o menos acertada.

Aquí viene el período más arduo y satisfactorio de la experiencia: hay que madrugar más de la cuenta, viajar más de lo previsto, conversar con personas inesperadas y hacer preguntas que nunca se hubieran planteado mientras se mantenía una conversación imaginaria para tratar de anticiparse al interlocutor. Luego de su- perar estos obstáculos y haber logrado reunir toda la información que se considere necesaria, habrá que sistematizarla y organizarla mediante uno o dos hilos conductores, que serán aquellos que trasladen al futuro lector a través de un camino repleto de datos y voces.

EL CONFLICTO POR LA OBJETIVIDAD

Como ya mencionamos, toda aclaración que pueda estar pre- sente en los textos periodísticos acerca de que se está expresando la verdad, es simplemente un intento por ocultar los mecanismos que operan en la construcción del sentido común. Las mentiras no son necesarias cuando se elige qué mostrar o qué decir acerca de algo. Cuando hacemos una selección, ese recorte puede ser más o menos acotado, más o menos evidente, pero en él siempre subyacen sentidos que, a simple vista, pueden pasar desapercibidos (de hecho, este ocultamiento es parte de su propósito).

En ANCCOM los y las estudiantes atraviesan un proceso complejo en el que aprenden, a través de la experiencia, que la objetividad es maleable y que la “realidad” se muestra necesariamente según las subjetividades sociales, políticas y culturales que se posean. En el momento de dar inicio a la redacción, los y las periodistas habrán llevado adelante un proceso de investigación profundo y tendrán que acompañar su relato posterior con voces múltiples, cuyos discursos pueden ser antagónicos según qué intereses personales y colectivos representen.

La diversidad aparecerá materializada en los testimonios de aquellos y aquellas que hayan sido entrevistados: si tenemos un conflicto cualquiera, es condición sine qua non que diferentes pos- turas aparezcan en el cuerpo de la nota. A modo de ejemplo: no se puede escribir sobre la falta de obras en las escuelas públicas de Capital Federal, si no se ha consultado antes a los organismos gubernamentales oficiales, responsables de presentar una solución para tal reclamo. Si bien las respuestas o el silencio dependerán de las personas consultadas, nunca puede dejarse vacía la posibilidad de que lleguen las explicaciones y las justificaciones.

El o la periodista que se adentre en el mundo de la agencia, por lo tanto, deberá escribir lo más técnica y objetivamente posible, tendrá que conocer el tema propuesto y las problemáticas que trae aparejadas, pero nunca podrá tomar posición de forma declarada y explícita. Sólo se enunciarán las posturas a través de las citas y las palabras de un tercero. De esta manera queda garantizada y asegu- rada la pluralidad de voces (en el marco de lo posible). La teoría y la práctica chocan en este momento desafiante en el que, aun cuando nos han enseñado que la objetividad no existe, nos vemos obligados a acercarnos a su terrero para luego producir contenido original.

DE LO INDIVIDUAL A LO COLECTIVO

Al momento de iniciar las prácticas, como suele suceder en el marco de las carreras universitarias, la costumbre es trabajar de manera individual o, cuando el caso lo requiera, colectivamente (siempre con alguna finalidad específica). No suelen presentarse trabajos en la Facultad de manera conjunta, a no ser que exista una orden imperativa o se simplifique el proceso de algún modo al realizarlo de esta forma.

Se presenta entonces aquí un nuevo choque y se produce un cam- bio novedoso: la lógica universitaria que implica (en la gran mayoría de las ocasiones) rendir exámenes, preparar monografías y hacer presentaciones en solitario, se quiebra. ANCCOM obliga a abando- nar el paradigma de la soledad, ya que requiere (y exige) trabajo en equipo entre las áreas de redacción, fotografía, redes y multimedia. Se trata de obtener una articulación armónica entre todas y todos los profesores y estudiantes que no se conocen completamente entre sí, pero que siempre confían (y que hasta ahora no ha defraudado) en un inconsciente colectivo que define acertadamente cuál es la base del medio y cuál es su interés (tanto estudiantil como político).

Siguiendo la línea anterior, lo que suele suceder es que la imagen se condiga con el texto que acompaña y, si bien pueden aparecer momentos en los que esto no se logra, alcanza con mantener una conversación para solucionar el tema y proponer una imagen diferente que desempeñe su función.

EL SOPORTE

ANCCOM nació como un espacio de práctica pre-profesional, cuya producción se ve reflejada en publicaciones en soporte digital. Los nuevos medios de comunicación y las nuevas tecnologías permitieron una convergencia y un fortalecimiento de los medios alternativos: debido a la proliferación de las nuevas tecnologías de información y comunicación (TICs), el acceso a millones de datos y cientos de voces se encuentra disponible para aquel que quiera hurgar en el universo de Internet.

Otro tema que tuvo que ser tenido en cuenta fueron los interlo- cutores. Hubo que definir hacia quién iría dirigida la agencia, con quién se entablaría el contrato de lectura, entendido como un pacto implícito entre los medios de comunicación y sus destinatarios o consumidores (Verón, 1985)1.

En un principio, las producciones estuvieron dirigidas a la co- munidad de la Universidad de Buenos Aires y al micromundo de la Facultad de Ciencias Sociales. Luego, se extendió al mundo uni- versitario y al público en general. Siempre teniendo en cuenta que existen revistas de referencia, como es el caso de Anfibia, se intentó no quedar circunscriptos a lo que ocurre dentro de los límites de la Facultad. En ANCCOM, se manejan estructuras más cercanas a lo establecido para el estilo periodístico, y menos similares a las de la crónica y el ensayo.

Aunque la agencia no puede garantizar a nadie un futuro laboral en medios de comunicación ni en ese microuniverso, hay que des- tacar que muchas veces las notas y fotografías son reproducidas por medios masivos (y también no tan masivos) de comunicación y que se las incluye como referencia (en el primer caso) o como ilustración (en el segundo), aclarando siempre cuál es la fuente. El crecimiento al que se apuesta en el espacio, entonces, queda alcanzado cuando diarios como Página 12 (por poner un ejemplo concreto) retoman una producción estudiantil; esto permite dar cuenta de que existe un (re)conocimiento y una clara referencia entre ambos medios.

A MODO DE CONCLUSIÓN PARCIAL

Para intentar dar un cierre a este breve artículo que busca dar cuenta de una primera aproximación a una nueva experiencia comu- nicacional que se está llevando adelante en la UBA por los estudian- tes de Comunicación, podemos decir que se trata indudablemente de una agencia que otorga a cada uno y a cada una la libertad de poder desarrollar sus potencialidades y de explotar al máximo sus intereses, mientras que necesariamente enseña a manejarse de forma responsable cuando se trata de redactar una nota.

La agencia mantiene una agenda que trata de llevar adelante la cobertura periodística de aquello que no aparece en medios masivos. Eso genera que en muchas ocasiones se obtengan primicias o se le preste atención a eventos y acontecimientos de la vida cotidiana que pasan desapercibidos. Es precisamente esto lo que permite que más adelante puedan servir de referencia para medios más grandes o por los mismos protagonistas de la historia.

Además de generar mayor visibilidad para los sectores posterga- dos o acallados en los sistemas comunicacionales convencionales, se permite y se facilita el acceso de las y los estudiantes a nuevas perspectivas de realidad, que siempre serán superadoras de lo que puede aprenderse desde las teorías y los estudios socioculturales.

Con ANCCOM comienza a quedar saldada una deuda histórica que mantenía la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación con sus estudiantes y graduados, al mismo tiempo que se permite el surgi- miento de un nuevo espacio donde pueden visualizarse problemáticas que forman parte de nuestra sociedad y nuestra coyuntura actual.

Notas

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